sábado, 22 de noviembre de 2008

"Crónica de una muerte anunciada" Fragmento -Gabriel Garcia Marquez-

Clotilde Armenta creía que los hermanos Vicario le contaban a todo el mundo que iban a matar a Santiago Nasar para que alguien se los impidiera. Creo que a diario hacemos lo mismo que los Vicario y cómo a ellos nos va. Contamos nuestras cosas esperando que un afuera nos apruebe o desapruebe?, nos permita o nos impida?. Esto es azar. Y en última instancia, un gran malentendido. Veamos:

"Recuerdo
con seguridad que eran casi las cinco y empezaba a llover" me dijo el coronel Lázaro Aponte. En el trayecto, tres personas lo detuvieron para contarle en secreto que los hermanos Vicario estaban esperando a Santiago Nasar para matarlo, pero sólo uno supo decirle dónde. Los encontró en la tienda de Clotilde Armenta. Cuando los vi pensé que eran puras brabuconadas -me dijo con su lógica personal-, porque no estaban tan borrachos como yo creía". Ni siquera los interrogó sobre sus intenciones, sino que le quitó los cuchillos y los mandó a dormir. Los trataba con la misma complacencia de sí mismo con que había sorteado la alarma de la esposa. -¡Imagínense -les dijo- qué va a decir el obispo si los encuentra en ese estado! Ellos se fueron. Clotilde Armenta sufrió una desilusión más con la ligereza del alcalde, pues pensaba que debía arrestar a los gemelos hasta esclarecer la verdad. El coronel Aponte le mostró los cuchillos como un argumento final. Ya no tienen con que matar a nadie -dijo. -No es por eso -dijo Clotilde Armenta-. Es para librar a esos pobres muchachos del horrible compromiso que les ha caído encima. Pues ella lo había intuido. Tenía la certidumbre de que los hermanos Vicario no estaban tan ansiosos por cumplir la sentencia como por encontrar a alguien que les hiciera el favor de impedírselo.

3 comentarios:

  1. TIENES TODA LA RAZON, YO VIVIA EN EL PUEBLO DONDE OCURRIO ESA HISTORIA REALISTA DE GABRIEL...ES INCREIBLE...

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  2. Cuando leí eso en el capítulo 3, me llamó mucho la atención. La indiferencia que muestra el General Aponte cuando ese asesinato era algo que tenía que ver con el honor de una familia y la vida de otra persona.

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