jueves, 25 de diciembre de 2014

Norma Etcheverry


El destino (1)


Por fin, partirá.
Tiene miedo.
De todas formas,siempre tiene miedo.
Tal vez se marche y ya no vuelvan a reconocerse.
Lo mira dormir, y soñar. En el sueño está lo que ha sido escrito con pintura roja sobre los azulejos de la vieja casa de Nampula.
Y también lo que está por escribirse. 

El sobresalto

Esdta vida, esta muerte de Martguerite, me arrebata de lo cotidiano, me expulsa de una realidad donde hasta ayer sólo existían mis propias contradicciones, mis amigos, los hombres amados, una vida tranquila...en el centro mismo de este arrebato permanezco por horas, ajena a todo, atenta apenas al arrullo del niño, a la lluvia de a ratos, a vivaldi a veces y, por un segundo, un estallido, a esa voz grave que, por alguna razón no se aleja del todo, nunca del todo a esta lectura de la vida y la muerte de Marguerite. 
Más aún, algo en esa voz hay que remite a este centro, algo oscuro que revela palabras de lo que está más allá.
destellos de una vida vivida antes. 
Una mujer. Con otro nombre.

la falta

- Arrastro sombras por su culpa.
- Nadie puede dar luz si no ve.
- Hay un agujero que cada tanto me recuerda exactamente quién soy, de dónde vengo.
Y también adónde no iré ya. Nunca.
- No es lo mismo parir que dar a luz.

de la vida leve - ediciones La carta de Oliver, 2014

dice Sandra Cornejo de La vida leve: un libro como una caja de Pandora

2 comentarios:

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