sábado, 24 de octubre de 2015

Liliana Lukin


semilla

Madre ha sabido dejarnos solos
y nada que yo escriba ahora
será como habernos sabido dejar

(lo suficiente es siempre escaso
no colma la sed un solo vaso
cuando lo difícil es beber)

Madre ha podido con nosotros
y del montón hizo nuestra soledad

de carne de tesoro - Ed.Sudamericana, 1990

carta XXII

mi querida: por una los hombres se enloquecen
giran como insectos en la luz alrededor
de una idea
y sus circunvoluciones son un alimento
(hilos de palabras en el aire de la necesidad)

si los hombres no estuvieran
incesantes en su diversidad
qué sería de una de la idea de una:
la inanición segura la escritura en continuo
sosiego la pátina de duda vuelta seguridad

ah! mi querida: los hombres enloquecen por una
abusan
de nuestro proverbial buen humor y encanto personal

nosotras en el aire viciado de excitación
bebemos extasiadas nos quejamos de ellos
como quien no soporta tanta dicha

pero sus abusos son nuestros excesos:
en la soledad del cuerpo encontramos y olemos
lo que dejarán cuando recuperen la cordura

por una felizmente los hombres enloquecen
y felizmente abusan mi querida de nuestra delicada
situación

de Cartas, Ediciones de la Flor, 1992.



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