martes, 26 de abril de 2016

Alvaro Olmedo


Me van

No he enterrado mis muertos, se calzan mis zapatos y caminan
Osvaldo Rossi

me entierro con mis muertos
voy adonde van
a esa penumbra sin retorno

me van
en sombras y apariciones
me hablan                 
esas voces que conozco
y me consumen
en el adiós que no termina

cuando muero
me alientan en la lucha de bestias de héroes
de infinitos
he llegado
allí donde los huesos se ponen fríos
y vuelvo con sus trajes

acá
en este inmenso sarcófago de cemento
de flores y esqueleto a tientas

sigo en la existencia para seguir yendo

en tanta despedida

desgrabado de un video de Gustavo Tisocco

domingo, 24 de abril de 2016

un caos lúcido 1 - 09-04-16



un caos lúcido en radio - primer programa - 09 de abril de 2016. Conduce alcia b. pastore.

Poeta invitado: Lucio Madariaga (diálogo y lectura de poemas)

Lectura de un diálogo de los endemoniados de Dostoievsky

Lectura del poema mi padre fue a la guerra de Luis Cruz

Lectura de estructura de las casas de María Rosa lojo

Lectura del poema en este mundo Eugenia Simionato

Audios:

el plan divino Juan García Gayo en su voz

sobre algunas falsedades Hugo toscadaray en su voz



un caos lúcido se emite el segundo sábado de cada mes en el espacio desde el arte, ciclo cultural coordinado por Helios Buira

Laura García del Castaño


Yo fui Sara Singer

Fui el vaso con agua despues del verso terrorífico
de una niña
Fui el pájaro preso en la iglesia de Lajas una misa de gallo
gato apàtico de mujer huraña
la habitación 301 del Hotel Young
un pasaje de la biblia anunció mi muerte
Fui el invierno del 72 en Jordania
el café frío en el adiós de una pareja en Hungría
la flor carnívora exhibida en el botánico de Brooklyn
el minuto cuarenta en una obra de Hans Zimmer
Yo fui la muerte en un film de Woody Allen
una taza de porcelana
el infierno de mi padre
el torturador de mi madre
y ahora soy el engaño de esta mujer
que escribe
Por eso cada vez que su café se enfría
cada vez que toca la porcelana
o pausa en el minuto cuarenta
una obra de Hans Zimmer
percibe algo parecido al engaño
Ama como un pájaro preso en la iglesia de lajas
Siente como el infarto de una flor carnivora
Vive como si fuese a despertar
de un sueño de Sara Singer. 

Gato apático de mujer huraña

cara plana que no apetecía nada, nada
salvo el pájaro puesto en la sala
como una fruta enferma
diminuta

Recuerdo su sabor y recuerdo el veneno
una corriente a secas, como en Shanghái
cuando ya era un anciano

Corría en la tormenta
por una calle del puerto
llevándole una flor
al dios que montaba sobre un tigre

Corría y corría el rayo que iba a atravesarme

Joven pequeña y conmovida
también fui
llena del amor de un hombre llamado Damián

A orillas del río Somme
Damián arrojó la piedra
llevándose al fondo mis desgracias

A orillas del río Somme, dije
como un rayo
como vneno para gatos
en el puño de un hombre
en nombre de los celos

Parte de lo que soy proviene de esta visión
de golpear una casa al fondo de otra casa
y dar con una bomba

Agua del río Somme
Rayo de Shanghái
Piedra de los celos

Volvería a cruzar el puerto
a trepar la jaula
bajaría al río Somme a ser el blanco

Veo en el rigor
sangre del mismo error
aquí junto al gato apático
que no apetece nada, nada
tan sólo el gusto de sentarse en la falda
y acariciar mi mano enferma
por ver si olvido. 

El sueño de Sara Singer - Ediciones Llanto de Mudo 2014

invocación

a esta hora los autos ya no pasan
la noche se ha fundido al pulso en las muñecas
te has sentado a mi lado
en el vientre de la presa un rifle erguido
se ha reflejado
acaricia la cabeza de mi bestia
mientras atas tus fieras a la reja de mi corazón
la casa vibra en el agua
el agua vibra en el vaso
en él puede verse el nudo de nuestras piernas
trenzadas a un mismo tronco
la balsa tiene una grieta y ha entrado el mar
me muevo dentro tuyo
y veo un barco que se hunde
pienso en Alaska en peces tibios
en una casa envuelta en temblores
en sábanas azotadas por el viento
a punto de soltarse
imagino las gotas que estallan en la tierra suelta
en el ansia por el barro
llegás antes que yo
y entre la muerte que existe para vos
y la que aún no existe para mí
un árbol crece
hay un niño a la sombra
de lo que no fue sembrado
porque en este barco no hay tripulación
es una arteria oscura donde una serpiente navega
es un lago que ha muerto a su cisne
y lo mantiene a flote

vuelvo a entrar
la muerte ha abierto tu boca
y esa vez sopla

me ayuda a invocar 
la vida que no hay

los demonios del mar - ediciones del dock 2015


Clarice Lispector



(...) No debo acusarme. Tengo que buscar la base del egoismo: todo lo que no soy, no me puede interesar, es imposible ser algo que no se es -sin embargo yo me excedo a mí misma incluso sin el delirio, soy más de lo que suelo ser normalmente-; tengo un cuerpo y todo lo que haga es continuación de mi principio; si la civilización de los mayas no me interesa, es porque nada tengo dentro de mí que se pueda relacionar con sus bajorelieves; acepto todo lo que viene de mí porque no tengo conocimiento de las causas y es posible que esté hollando lo más vital sin saberlo; y esa es mi mayor humildad...

cerca del corazón salvaje - Siruela - 2002

Malhoja - Daniel Quintero


Este papel en poesía será ternura
D. Q. 

...Y así da cuenta de una contemplación que posa en los suelos atestados de malhoja por los que ve no sólo pura ceniza, sino también el pensamiento esperanzador porque (...) El azúcar ya es recuerdo // escucho tu nombre // merodear por la casa. Inaugurando en la palabra la posterior y posible reivindicación de esa otra realidad sutil que no precisa describir, sólo la nombra. Marta Córdoba. 

Esa metafísica expuesta por el poeta, implicitamente, va construyendo el desborde de las imágenes, del lenguaje, de los silencios que por momentos aturden. No escribo en castellano // escribo en el idioma de los desprovistos comienzan diciendo los versos de este libro Malhoja. Oscar Barrionuevo.

Escribidor

Para qué trascender, 
de ser así hubiera tenido hijos
y no plantado árboles o escrito libros
que son cosas que puede hacer cualquiera.

Antología

Este libro es ólo papel de naufragio
tinta suelta y desechos faltantes en las carnicerías.
Es la mentira más próxima dl corazón,
atroz pasta de los cementerios.

Este libro es más de lo escrito,
ilusión radiante, angosta prueba de desquicio,
herrumbre en soledad
sobre cartas de amores remotos
hundidas en viejas oficinas postales
que con tanto frío
me recuerdan al muerto que llevo. 

Fuera abajo

Recuerden este día por el hombre que no fui, 
la tarde se esfuerza en permanecer
y nada de esta luz habrá en la mañana.

Entra en el viento como si fuera pròdigo
que de tanto regresar se impregnó con el paisaje.

Bosque que se lleva su caricia poderosa,
el perfume, la fibra, la música que será tanta madera,
el demoledor filo del hachaterminará dándole forma:
liberen la zona de todos los curiosos,

hará mucho ruido/también sombras/
este corazón que caerá al fin
entre el dolor de tantos árboles. 

Malhoja

Nada quede de esta piel,
suba en humo confundida en la intemperie, 
que todo se disuelva con la niebla amarga
en el incendio de los cañaverales.

Que nada quede de esta hoguera
con sus flores clavadas en el cielo
y de repente lluevan penas de hollín, 
sobrepase la vida este diluvio.

sea lluvia de cenizas que seca
el alguna vez recuerdo verde que teníamos;
nada a resguardo del lamento,
nada que imagine en dos
la fé en la zafra y la fatiga.

Devenido en dolor a pesar de que fue azúcar
la intención inicial de nuestra siembra.

Sean estos papeles mal quemados
subiendo rojos al vacío
combustible de guerra.

Malhoja - colección El Rey Tuerto - Parque Chas Ediciones, 2015