vuelvo a ese lugar donde los sueños son regreso tiempo de mitades indescifrable desconcierto con la piel cosida de silencios a despertar los ojos del asombro y caminar mi propio vuelo acepto la soledad de dios y todo mi infierno con la rendición de un pájaro vuelto de espaldas sobre el olvido inapelable de mis alas porque soy mi dolor mi alegría de ser hilandera del viento vuelvo a ese lugar de espejo necesario al paraíso irrenunciable de la infancia y vuelvo a mi voz
las medias tintas no existen No hay medias tintas si te dejás, estas cosas se llevan tu carne en jirones tus pedazos de días y de noches saltás o el tajo se abre hasta tragarte
caés atrás lo que no es los ojos de arena los besos nacidos del caos y de las cenizas el futuro de un espejo negro y saltás y adelante hay sólo un cuerpo flotando entre hielos y sabés que habrá ardor por despertar de otro tipo de muerte que ese es el precio.