![]() |
"el grito" Edward Munch |
Mi agradecimiento a Germán Cáceres
Hugo Toscadaray en el notable texto de la contratapa afirma que éste “es un libro de la madurez, pero de una madurez apasionada, no exenta de equilibrismo en el desfiladero, no ajena al baile casi fatal junto al abismo”. Es que en este poemario firme y contundente la vida sería un simple intervalo entre la nada y la muerte ineludible (o sea, otra vez la nada). En ella hay dolor, llaga en el alma solitaria (”que le hurgue la pena, /que rasgue a lo ancho /su impronta /que hunda su diente de vampiro /hasta el hueso”), porque en sus versos subyace el rechazo ante el horror inexorable que el hombre finalmente debe enfrentar.
Hugo Toscadaray en el notable texto de la contratapa afirma que éste “es un libro de la madurez, pero de una madurez apasionada, no exenta de equilibrismo en el desfiladero, no ajena al baile casi fatal junto al abismo”. Es que en este poemario firme y contundente la vida sería un simple intervalo entre la nada y la muerte ineludible (o sea, otra vez la nada). En ella hay dolor, llaga en el alma solitaria (”que le hurgue la pena, /que rasgue a lo ancho /su impronta /que hunda su diente de vampiro /hasta el hueso”), porque en sus versos subyace el rechazo ante el horror inexorable que el hombre finalmente debe enfrentar.
La sutil poesía de Alicia Pastore exhibe su fina
sensibilidad, que rechaza las expresiones directas o explícitas, y opta por
alusiones sesgadas (“los trenes van /y nunca regresan /en el último /partí hace
tiempo…”) En su llanto desgarrado, pero pleno de belleza, anida un sentimiento
trágico de la vida.
Refleja, además, el martirio del insomne que, mientras se
debate en las tinieblas, “un punto de fuga /lo sorprende al alba, /se parece a
la muerte…”
Por una suerte de sinestesia de rayo en fiesta evoca la
angustia del célebre cuadro El grito (1893), de Edward Munch.
En “la palabra” se manifiesta una suerte de veneración a la
potencia y a la carga metafísica de la misma, en tanto “en obscenidades”, se
aloja una serena sensualidad.
Se está ante un libro en el cual la desolación y el hastío
existencial dan paso a una poesía de indudable calidad.
Germán Cáceres es autor de cinco ensayos de
historietas, tres libros de cuentos, dos novelas, tres libros de literatura
infantil y juvenil, cuatro obras de teatro y dos compilaciones de cuentos.
Recibió Mención de Honor Premio Municipal en Cuento. Obtuvo cuatro “Fajas de
Honor de la Sociedad Argentina de Escritores”. Mereció Mención de Honor en el
Concurso Internacional de Ficción sobre Gardel (Montevideo- Uruguay). La
Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le otorgó el
1er. Premio Especial “Eduardo Mallea” por su ensayo La aventura en América. En
octubre de 2002 fue premiado en el concurso de cuentos “Atanas Mandadjiev”,
celebrado en Sofía, Bulgaria, y recibió el título de Gran Maestro del Relato
Policial. El 5 de agosto de 2003 fue nombrado socio honorario de SADE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
éste es un blog que no obtiene beneficios económicos. Comentarios publicitarios abstenerse, gracias,,,