El inexistente
El que no tiene un nombre que ponerse 
un hueso para roer 
                                   El que anda 
prestando sed para tomar sus aguas 
pidiendo un ojo en que llorar su llanto 
mendigando su pan con otras hambres. 
El que no tiene desnudez. Y en cambio 
tiene un lunes después del otro lunes. 
El que se fue para volver. Y ha vuelto 
            con una
lluvia menos 
El difunto 
al que enterraron sin ningún cadáver 

ResponderEliminarMaravilloso poema: "El que no tiene un nombre que ponerse", "El difunto / al que enterraron sin ningún cadáver", "pidiendo un ojo en que llorar su llanto" (existente para mí, el poema).
Rolando Revagliatti
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