Si no la infancia ¿qué había entonces allí que no hay ahora?
(Saint John Perse, de "Elogios")
Infancia
Bocanadas de azul iluminaban el aire
desde las ramas nuevas.
En los techos cercanos
la parra,
ponía tejados de verdor
para que la sombra desmontara sus caireles.
¡Cadenas de libertad blandía el viento en los simientos!
Y el silencio
tendía su red tejida con miles de sonidos.
Con pìnceles de sol se pintaban los muros.
Y la tibieza parecía acurrucarse
entre los pliegues del mantel.
Recuerdo la luz,
conquistando los espacios del enrejado ocioso,
y la dicha,
renovando la casa desde el jardin.
Sus ojos aún jóvenes
ponían el mundo entre mis manos.
Y sus sueños
abarcaban el aire
contenido en las cuatro esquinas
en que soñaba la casa
Entonces la luz era más tenue
bajo los grandes árboles fugitivos.
Y eran también hermosos
los pequeños habitantes
que cabalgaban los sueños de países remotos y ramas
retorcidas,
en las horas de Andersen
que acompañaban los gnomos.
En mis ojos estaba
la dicha de una vida recién nacida
como las uvas vírgenes del vino
que colgaban rosarios de topacio.
¡Un recuerdo que cruje como papel de seda!
Ahora
rascacielos de ceniza desarticulan los rostros.
Ahora
invaden los oídos motores clandestinos al paisaje.
Los árboles se desvisten en inútiles otoños
y tañen sus ramas llamando a rebelarse.
Y en los muros
el Tiempo
resucita sombras
para abrir el paraíso - La Luna Que 2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario
éste es un blog que no obtiene beneficios económicos. Comentarios publicitarios abstenerse, gracias,,,