Hacia una piel
que semejaba mármol,
Iba el sueño
rezagado en la
dicha.
La quimera, el
engaño,
la pequeña
esperanza,
bosdquejada en la
niebla.
Como una frase
interrumpida,
la deuda del
error se encima, turbiamente.
De todas las
promesas
tan solo se
cumplió la soledad:
una mano se
extiende en la llovizna
a ante un portal
siempre cerrado.
Pido un mendrugo
en trueque
de tanta
compasión dorada,
que he dado
porque sí,
para comprar un
cielo inexistente.
Diluídas
oraciones
aplacan en las calles
afrentas
maceradas
en la extensa
nostalgia vencedora.
Soy uno más que
no creyo en los ángeles
ni ellos creyeron
mis mentiras.
Nada heredé ni
nada dejo:
S se secarán los
árboles, se irán los hijos.
Carezco de pasado
pues he muerto
del todo en este
tiempo, día a día.
Y el alma es
egoísta, fue por eso
que elegí
abandonarla.
No pude hacerme
amar ni hacerme perdonar.
Elegías y
llanuras – Ediciones de las tres lagunas, 2009
pretty nice blog, following :)
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