sábado, 22 de octubre de 2016
Dolores Etchecopar
al alba mataron una oveja los palos de la casa
tan pronto dimos a luz el grito
dentro de él comenzamos a vivir
se mataba cerca del agua que bebían los pájaros
¿te acuerdas?
algo imperioso que no existìa
una gota de odio
descendió
horadó la gratitud
vimos las patas del poema
quienes por un instante caminamos
sin defendernos del secreto infinito
quienes vivimos allá
en el viento
en su breve misericordia
¿te acuerdas?
vivíamos
con algunas moscas
y un silencio en el corazón
que provenía de los caballos
el hachazo no se vio
entró por las hojas y los pájaros
el grito destemplado del chimango
durante años y sin darse a conocer
alguien le dejó su sangre intranquila
es mujer dijeron
sorprende que así
toreada por la muerte
se sostenga
su balido de oveja negra urgido a salir
por la boca del matarife
cuando trago saliva
trago la sustancia que me hiere
trago a mi madre y a mi padre
trago los horrores del mundo
el silencio de los vivos
trago el consuelo del aire
el esplendor y la sombra del corazón
lleva tiempo y miedo la cura de los árboles
que detienen un infierno con las hojas
lleva tiempo y miedo ir con las ovejas al llano
donde se pierden los Pastores
mientras en un filo del mundo peligra el hilo
que nos une las almas
y sin devoción se muere el canto inexplicable
a oscuras lengua mía qué harás dime qué harás
con esta piedra
con esta luz
de El cielo una sola vez - Dolores Etchecopar
hilos editora 2016
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tremendos poemas. belleza escrita, emoción cantada. toda la plenitud d la palabra poética. aplaudo. susana zazzetti.
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