sábado, 14 de junio de 2014

María Meleck Vivanco




3.   Y el valle violento es como un matuasto al sol
             Galopado de turbulencias


Volvía del castigo  Y recordé los tártagos  Donde enredaba música la luciérnaga triste con instrumentos traídos de la guerra
La huída a contraluz  Los corredores que sepulta la tierra gris y el viaje de la aurora Cuidan mi corazón  Mi vino pálido que noche a noche sorbe la metralla
Yo he intentado morir  Y no he podido  Desciende el viento pero nunca muero  Quema lágrima heroica en carne que supura tanta impiedad  Tanta neblina ansiosa



Dios proteja esta herida dulcemente  Y entorne las ventanas del espejo

Canciones para Ruanda, Ediciones ibuK - 2013 

ibuk



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