Quién le estará dando vueltas
a la manivela del dolor
como si yo fuese un Ford T
Son varios los andamios del partir
Los hombres corren desesperados
vida abajo
Y yo no di permiso (que recuerde)
a demoler mi nombre y apellido
No permitiría jamás tamaño ultraje
y sin embargo alguien
quien sabe quien
se las ingenia de día en día
para hundirme un taladro en la esperanza
Ando entonces a cuerda
como un juguete desconcertado
robótico perdido
Un fósforo final en la refinería del caos.
Hermoso poema, habla de la fragilidad del hombre.
ResponderEliminarUn abrazo
La reflexión estremecida,estremecedora sobre la existencia es el camino de la poesía; lo seguimos, poeta.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Gracias por el comentario, María.
ResponderEliminarEste blog ya se sentía enorgullecido por la poesía de Claudio Simiz. Ahora se siente enorgullecido por el comentario de Claudio Simiz sobre la poesía de Eduardo Espósito. Que la poesía cunda,,,