en olas del impávido mar,
cuando el día
jugaba el valor de mi yo
en la entrega.
inventé para vos
el camino de la rosa,
para descubrir en cada pétalo
el mandato de tu origen.
En la orilla del mundo
donde el límite ya no existe,
mis pensamientos en penumbra
te miran por dentro.
Con párpados abiertos,
te ofrendo la blanca orquídea
en la morada garganta de la noche.
tu voz, mi voz - Vinciguerra 2006
Gran libro, quizá el mejor de Luis María Sobrón...
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