Silencio, todo silencio sus sonidos: el repiquetear de la lluvia, el perro
ladrando a su sombra: ni siquiera pude oir/ cómo estalla/ mi violín en el
piso.
¿Es el cristal empañado el que enturbia la mirada? ¿o la mirada la que en
la noche huye?.
No nace la palabra. No la que Oytis aguarda: nacen otras/ que no reemplazan,/
solo apaciguan. A eso vuelve, gira, gravita, arde y vuelve, a buscar la
palabra estás construyendo con tu voz/ lujuriosos puentes/ en la oscuridad de
la pecera. Y vuelve (palabras) dichas en ese exacto instante,/ su único sentido/
Malogrado en esta realidad.
Y todo es en la noche. una alarma perdida/ advierte de la madrugada/
acechando. En la noche, donde sucede el mundo y calla la palabra.
IX
Hay tiempo en el que solo deseamos escondernos en otro cuerpo - Eugenio Mandrini
Ocurre en la noche…
Tu copa
la besa un rojo intenso
como el néctar que contiene.
Labios
tu mirada atenta
negro sobre blanco profundo
vastedad que abruma
promete no dejarme solo
esta madrugada.
Rota la boca.
Respiración
sabores
vino tabaco
sangre
hasta que duela.
Quiero beberte
viento
saliva
savia.
Y escnderme
entre tus piernas
al transmigrar
He conocido el blog por Daniel y me ha gustado mucho. Aprovecho para felicitarlo. Un poemario que promete. Saludos desde Sevilla
ResponderEliminargracias Anabel, un abrazo
ResponderEliminaralicia b. pastore
Gracias Alicia, por tus palabras y la difusión.
ResponderEliminarun abrazote, Daniel,
ResponderEliminaragnés