Los puños se clavan a las sábanas
su boca mordida
la queja apenas
Él la ama así
muda
ella lo sabe
por eso enciende la luz frente al espejo
y para salvarse
para no morir
se abre toda rouge y sangre
en una mueca sola
Ella no obedece luna alguna
se recorre sola
penitente
masturba su imagen
y adicta a su herida
llora puñaladas
Él quiere encender eternidad
en su ombligo descalzo de mujer
recorre esa aridez
y la envuelve
hasta hacerla trapo paloma y tanto beso
Mientras
ella se somete a su antojo
pubis esclavo bajo esa lengua de bronce
y su matriz espina pájaros
bajo los brazos de la lluvia
La noche avanza
con tatuaje de ébano en los ojos
porque ellos se aman así
a pura lágrima
contra la pared en fuga
y cuando despierten
ella sacudirá
de la sábana al sol
esos puños de acibar
Maravilloso
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